Misión Ixtli: Los nuevos ojos de México en órbita – Nivel 3

Palabra clave Descripción
Ixtli Náhuatl para “ojos para ver”, nombre del programa de constelación satelital de México
CubeSat Satélite compacto y de bajo costo de ~10 cm por lado y ~1 kg para pruebas rápidas en órbita
Gxiba‑1 Nanosatélite de la UPAEP que mide gases volcánicos para mejorar modelos de erupción

México desarrolla la Misión Ixtli, una constelación de cuatro satélites de observación terrestre para generar datos propios sobre clima y seguridad nacional, en lugar de comprar imágenes a proveedores extranjeros. Se prevé iniciar lanzamientos en diciembre de 2026, y el nombre “Ixtli”, que significa “ojos para ver” en náhuatl, refleja la apuesta por la autonomía tecnológica y por información más rápida y específica sobre bosques, cultivos, costas y ciudades. Los objetivos incluyen vigilar incendios y deslaves, evaluar la salud de cultivos y ecosistemas, y fortalecer la protección civil y la planeación estratégica, a la vez que se desarrollan capacidades nacionales en ingeniería espacial y análisis de datos.

Un consorcio de la UNAM, el IPN, el CICESE y la UPAEP inició el diseño en diciembre de 2024 con un presupuesto inicial de 100 millones de pesos, con la expectativa de ampliar recursos y elevar la participación nacional en componentes, integración y estaciones terrenas hacia cerca del 50%. Hoy más de 50 dependencias mexicanas adquieren productos satelitales del exterior por unos 250 millones de pesos anuales; satélites hechos a la medida prometen acceso más veloz, control de tareas y flujos de datos adaptados a necesidades locales. La formación de talento es clave: preparar diseñadores, operadores y analistas de misión es esencial para reducir la dependencia y asegurar que el país pueda iterar en sistemas avanzados.

El programa admite que los beneficios más tangibles—independencia profunda, cadenas de suministro maduras y analítica avanzada—podrían tardar cerca de una década, pero sostiene que construir y operar satélites es la vía para adquirir capacidades espaciales reales. Así, Ixtli funciona como infraestructura y aula: pone sensores en órbita mientras cultiva una fuerza laboral capaz de interpretar datos para responder a emergencias, cuidar el medio ambiente y tomar decisiones seguras. Al controlar el ciclo completo—tareas, bajada de datos y análisis—México puede ajustar productos a su realidad geográfica y a sus tiempos de política pública.

Un paso concreto es Gxiba‑1, un nanosatélite de la UPAEP que despegará desde Tanegashima (Japón) para monitorear volcanes activos midiendo cambios en dióxido de carbono y dióxido de azufre y así afinar pronósticos de erupción. Como CubeSat—aprox. 10 centímetros por lado y cerca de 1 kilogramo—Gxiba‑1 muestra cómo los satélites pequeños permiten experimentar con menos costo y mayor rapidez, complementando la experiencia de AztechSat‑1 en 2019. En conjunto, estas misiones trazan una ruta donde plataformas asequibles forman expertos, fortalecen la seguridad pública y consolidan un ecosistema espacial soberano.

Palabras puente

Estas palabras suenan similares en inglés y español: ¿Por qué no practicarlas ahora?

English Spanish
Technological Tecnológica
Emergency Emergencia
Carbon dioxide Dióxido de carbono

Vamos a conversar

  • ¿Vale la pena esperar una década por beneficios a cambio de autonomía y formación de talento local, y por qué?
  • ¿Qué nivel de supervisión pública debe existir sobre tareas satelitales que tocan seguridad y privacidad?
  • ¿Qué criterios deben guiar la decisión de construir o comprar sensores, software y lanzamientos en Ixtli?

¡A escribir!

Contesta las siguientes preguntas en un solo párrafo: 

  • Diseña un flujo de datos—de la tarea al análisis—para detectar riesgos tempranos de incendio en un estado mexicano.
  • Argumenta a favor o en contra de priorizar el monitoreo volcánico sobre la vigilancia costera en los dos primeros satélites de Ixtli.

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