La Pirámide de la Luna de Teotihuacán —una de las estructuras históricas más importantes de Mesoamérica — ha reabierto oficialmente a los visitantes tras cinco años de cierre. Esta clausura comenzó en marzo de 2020 con el inicio de la pandemia de COVID-19, pero las medidas de restauración y seguridad prolongaron el cierre. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encargado de los monumentos históricos de México, anunció que a partir del 19 de mayo de 2025 los visitantes pueden subir únicamente la primera sección, compuesta por cinco plataformas y 47 escalones. Los niveles superiores seguirán cerrados para proteger la integridad del monumento a largo plazo.Esta reapertura cuidadosa busca equilibrar la creciente demanda turística y la preservación del patrimonio. El INAH realizó reparaciones exhaustivas durante el periodo de cierre, enfocándose en reforzar y reconstruir las escaleras deterioradas, realizar limpiezas profesionales y actualizar barandillas. Estas medidas buscan ofrecer una experiencia más segura a los visitantes sin dejar de respetar la importancia arqueológica de la pirámide.
El INAH también subrayó que la colaboración con los municipios vecinos es clave para proteger el legado cultural de Teotihuacán a largo plazo. Incluso celebridades como Alicia Keys —quien visitó Ciudad de México en 2023— no obtuvieron acceso especial para subir la pirámide durante el cierre, lo que resalta la seriedad de los esfuerzos de conservación.
Teotihuacán, situada a unos 50 km al noreste de Ciudad de México, es un testimonio de la planificación urbana y vida religiosa prehispánica. Su nombre, que significa “lugar donde fueron creados los dioses” en náhuatl, fue otorgado siglos después de que la ciudad fuera abandonada por los mexicas. La Pirámide de la Luna, segunda en tamaño después de la Pirámide del Sol, está ubicada en el extremo norte de la Calzada de los Muertos. Construida entre los años 200 y 450 d.C., sirvió como un importante centro ceremonial y ritual que moldeó la espiritualidad del México antiguo.
Hoy en día, la entrada al complejo arqueológico cuesta 100 pesos, pero los niños menores de 13 años, personas mayores, jubilados, pensionados, personas con discapacidad, maestros y estudiantes (con la documentación adecuada) tienen acceso gratuito. Esta reapertura da nueva vida a uno de los grandes tesoros históricos de México, equilibrando el acceso público con la preservación de sus maravillas arquitectónicas para las próximas generaciones.
Hora de debatir
- ¿Crees que es justo que solo se permita subir a la primera sección de la pirámide para protegerla, o deberían dejar que la gente suba hasta la cima?
- ¿Es más importante conservar los monumentos históricos o permitir que más personas los disfruten plenamente?
- ¿Qué otras formas podríamos usar para proteger sitios antiguos como Teotihuacán sin limitar tanto el acceso a los visitantes?